NO VENIMOS DEL LATÍN – Entrevista con Carmen Jiménez Huertas

    visualizaciones • 28 de octubre de 2023

    Desde que conocí a Carme Jiménez no dejo de preguntarme cómo es posible que hasta ahora no hubiera oído hablar de la teoría que cuestiona que el latín sea la madre de las lenguas románicas. Escucharla a ella es toparse de repente con el sentido común.

    Aunque Carme, no es la única lingüista que defiende que nuestra lengua no viene del latín. ¡Hay autores que defienden esta teoría desde hace por menos un siglo! Pero al parecer, hay una sordera sistemática del mundo académico ante esta “aparentemente rara” teoría. No es de extrañar, reconocer algo así pondría en evidencia todo nuestra sistema lingüístico y la centenaria creencia en un postulado inicial (que el latín es la lengua madre) que nunca ha llegado a revisarse de manera objetiva. ¿Acaso los habitantes de la península ibérica eran mudos antes de la llegada de los romanos…?

    Nos escontramos con algo parecido al engañoso Darwin y la supuesta evolución de las especies. Aquí también nos sigue faltando el “eslabón perdido”. Siempre nos han contado que nuestra lengua es fruto de una “degeneración” de la lengua latina en lengua vulgar; por otra parte, término claramente despectivo. Pero hay ya demasiadas evidencias que demuestran que el latín vulgar no existió. De haber existido, deberíamos haber encontrado muchos más “eslabones intermedios” escritos entre ese latín “degenerado” y las lenguas romances. Sin embargo no es así.  Esto debería hacernos reflexionar… ¿no creéis?

    Carme Jiménez es escritora y filóloga especializada en lingüística, y también, profesora de latín! Sabe muy bien de qué está hablando. Se ha enfrentado al elenco academicista de la gramática histórica por mantener esta teoría, así como por sus investigaciones sobre la lengua ibérica, publicadas en ibers.cat. Pero no ha cejado en el empeño y recién acaba de publicar su investigación en el libro No venimos del latín, en el que nos cuenta una historia gramatical algo diferente…
    Su siguiente sueño ahora es crear un equipo multidisciplinar para descifrar definitivamente la lengua ibérica (que ya preexistía aquí desde el s VII a.C. mucho antes de la llegada de los romanos) y con ella, la clave de todo el entramado lingüístico. Os recomiendo no sólo la entrevista, sino también su libro, que a mí me ha fascinado.

    Después del impacto ocasionado por la primera edición del libro “No venimos del latín”, Carme J. Huertas publica en marzo del 2016 una segunda edición, revisada y ampliada, en la cual presenta nuevas hipótesis de investigación. Además de una revisión a fondo de los contenidos, se añaden tres capítulos sobre lexicología, etimología y toponimia. Otro cambio importante ha sido la incorporación de la lengua rumana en el estudio. La hipótesis de una lengua madre anterior a la llamada romanización adquiere así mucha más solidez y consistencia. En este libro se presenta una nueva hipótesis de investigación que defiende que las lenguas romances comparten una tipología lingüística que nos remite a una lengua madre común de carácter aglutinante mucho más antigua que el latín. Recientes investigaciones demuestran que el cambio lingüístico a nivel de estructuras morfosintácticas es un proceso muy lento. La lingüística cognitiva supone una base simbólica a los constructos gramaticales, expresados a través de formantes composicionales que han sobrevivido en el léxico de los romances actuales. Las pruebas son cada vez más concluyentes: este proceso no pasa por el latín. En esta edición se ha incorporado la lengua rumana. Los agentes de romanización que encontramos en el resto de países donde se hablan lenguas romances, no se produjeron en Rumanía, por lo que la hipótesis de que las lenguas romances no vienen del latín adquiere mayor solidez y consistencia.

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